Europa no tiene intención de permitir que la excluyan del proceso de negociación y está dispuesta a tomar medidas concretas para evitarlo
Photo source: Office of the President
Las negociaciones entre EE. UU. y Moscovia en Arabia Saudí sorprendieron a Europa y Ucrania, ya que tenían como objetivo dejar fuera a Europa como un actor geopolítico insignificante y a Ucrania como parte que obstaculizaría a la administración de Trump en la consecución de acuerdos secretos con Putin a espaldas de sus aliados.
Estos movimientos de Trump, así como su retórica sistemática, indican que no percibe a Europa como un socio de pleno derecho. Trump sigue teniendo una visión de Europa basada en su primer mandato. Pero la Europa de 2016 y la de 2025 son dos realidades completamente distintas. En 2025, Europa no solo ha asumido su propia responsabilidad en materia de seguridad, sino que también está preparada para tomar medidas concretas que impedirán a EE. UU. ignorar a Bruselas y Londres.
Macron promovió activamente la idea de la autonomía en defensa desde su primer mandato, pero la salida del Reino Unido de la UE, el gobierno de Merkel en Alemania y los ejecutivos de España e Italia, inactivos en materia de defensa, hicieron imposible construir una estrategia de seguridad renovada para toda Europa.
Sin embargo, hoy en día, Europa presenta unas características diferentes que Trump no está dispuesto a aceptar ni a reconocer:
1. Un alto nivel de coordinación paneuropea en el marco de la comunicación con la Casa Blanca
Antes de la investidura de Trump, los líderes europeos de Francia, Alemania, el Reino Unido, Polonia, Italia y la dirección de la UE acordaron mantener una posición única en sus comunicaciones con él. En la práctica, esto ya se ha manifestado: ante las amenazas arancelarias de Trump, todos los líderes de la UE emitieron declaraciones conjuntas, desde advertencias hasta condenas.
La segunda muestra pública de esta coordinación y posición común fue la «Declaración de París», en la que Francia, el Reino Unido, España, Italia, Polonia, Alemania y la UE afirmaron que no permitirán acuerdos secretos entre EE. UU. y Moscovia y que, a pesar de la política de la Casa Blanca, los países europeos seguirán apoyando a Ucrania.
La tercera demostración de esta coordinación fue la reacción de los ministros de defensa europeos en la reunión de Ramstein. Mientras el secretario de Defensa de EE. UU., Hagsett, criticaba y manipulaba declaraciones sobre la libertad en Europa, lanzaba ultimátums y amenazas, los líderes europeos mantuvieron la postura común: «No se pueden debatir las cuestiones de seguridad de Europa y Ucrania sin Bruselas y Kiev». Esta posición fue respaldada tanto por la UE como por Londres.
2. El acuerdo de defensa entre el Reino Unido y la UE
Londres está cada vez más inclinado a coordinarse en defensa con aliados europeos más previsibles que con Washington. El Reino Unido busca un gran acuerdo con la UE, que incluirá asuntos de defensa.
Se espera que el acuerdo de defensa entre el Reino Unido y la UE avance tras las elecciones en Alemania, celebradas el 23 de febrero de 2025, que dieron la victoria a Friedrich Merz, líder de la CDU/CSU, como nuevo canciller.
Actualmente, se sabe que la oficina del primer ministro británico, Keir Starmer, mantiene negociaciones informales con Ursula von der Leyen y el futuro canciller Merz.
En este contexto, el 3 de febrero, el primer ministro británico mantuvo conversaciones con los líderes de la UE en Bruselas sobre «la seguridad de Europa, la necesidad de aumentar la ayuda a Ucrania y la intensificación de la presión sobre el Kremlin, dado que la economía moscovita atraviesa graves dificultades».
Al día siguiente, Starmer asistió a una cena con los jefes de gobierno en Bruselas, la primera vez que un primer ministro británico participaba en un evento de este tipo desde el Brexit. Según los think tanks británicos, «en el menú: las relaciones transatlánticas (qué hacer con Trump) y la defensa».
3. Europa está preparada para crear un Fondo de Defensa de medio billón de euros.
Tras las elecciones en Alemania, los bonos de defensa de la UE por medio billón de euros recibirán un gran impulso, ya que el fortalecimiento de la defensa es un pilar central del programa del probable ganador, Merz.
Durante mucho tiempo, la administración de Scholz fue uno de los principales opositores a la emisión de deuda común de la UE para financiar gastos de defensa por más de 500.000 millones de euros. Sin embargo, el posible nuevo canciller, Merz, ha declarado que reconsiderará el veto alemán, ya que no está en contra de recurrir a préstamos conjuntos para cubrir las necesidades de defensa de Europa.
Si la UE logra acordar la emisión de bonos para fines de defensa, esto permitirá a Europa adoptar una posición más firme en su comunicación con Estados Unidos.
Mientras EE. UU. lleva a cabo negociaciones secretas con Moscovia con el claro objetivo de excluir a Europa del proceso, la UE está tomando una serie de medidas que impedirán que se la ignore como un actor geopolítico clave en el mundo, especialmente en cuestiones relacionadas con la estabilidad y la seguridad de Europa.
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