Crisis en el gobierno de Japón. ¿Quién será el sucesor del primer ministro Shigeru Ishiba, que dimite?
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La ayuda de Tokio ascendió a aproximadamente 12 mil millones de dólares, la mayor parte destinada a asistencia humanitaria y financiera, así como a subvenciones para sectores vitales como la infraestructura energética, los servicios sociales y la estabilidad financiera, ya que debido a las particularidades de su legislación Japón no puede proporcionar ayuda militar.
Tokio es un socio confiable para Ucrania, por lo que cualquier cambio en este país requiere una atención especial y disposición para actuar.
El Partido Liberal Democrático pierde la mayoría en ambas cámaras
El actual primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, se convirtió en presidente del Partido Liberal Democrático (PLD) en septiembre del año pasado. En aquel momento, su predecesor, Fumio Kishida, renunció a postularse a la reelección debido a su baja popularidad y a los escándalos de corrupción relacionados con los llamados “fondos sucios” que los diputados del partido recaudaban sin declararlos a las autoridades correspondientes. Este escándalo provocó un auténtico terremoto dentro del partido, ya que derivó en la disolución de la mayoría de las todopoderosas facciones internas que influían en el proceso de elección del líder del PLD.
La mayor ventaja de Ishiba era que no pertenecía a ninguna de esas facciones y contaba con apoyo entre los votantes no afiliados, aunque no tanto entre sus propios compañeros de partido. Ishiba se convirtió en el nuevo presidente del PLD tras derrotar en la ronda final a su viejo rival, Sanae Takaichi, protegida del fallecido primer ministro Shinzo Abe.
Al asumir el cargo de primer ministro, Ishiba disolvió inmediatamente la Cámara Baja del parlamento y convocó elecciones anticipadas, pero se encontró con un problema. La tasa de aprobación de su gabinete, en vísperas de las elecciones, era del 41,4%, mientras que la de desaprobación alcanzaba el 40,4%. La ausencia de una “luna de miel” para Ishiba se debía principalmente a los fracasos de sus predecesores, Yoshihide Suga y Fumio Kishida, que habían comenzado su gestión con un nivel de apoyo cercano al 60% pero terminaron en torno al 25% a causa de los escándalos vinculados al partido. Por ello, Ishiba ya no podía aspirar a una confianza similar. La mayoría de los votantes se oponían a unas elecciones parlamentarias anticipadas, y además los diputados implicados en el escándalo de corrupción continuaron presentándose como candidatos del partido, algo que los japoneses no pasaron por alto.
Por estas razones, no fue ninguna sorpresa que en estas elecciones el PLD perdiera la mayoría en la Cámara de Representantes. El partido cedió 61 escaños, mientras que su socio de coalición, el partido budista Komeito, perdió 8 escaños, entre ellos el de su entonces líder Keiichi Ishii, que apenas llevaba un mes al frente del partido.
Sin embargo, la oposición tampoco logró una base sólida para poner fin al gobierno de la coalición PLD–Komeito. El principal partido opositor, el Partido Constitucional Democrático de Japón (PCDJ), obtuvo 148 escaños, es decir, 43 menos que el PLD, golpeado por los escándalos. Además, la oposición no era ideológicamente homogénea: los comunistas de izquierda, los socialdemócratas del PCDJ, los centroderechistas del Partido Democrático para el Pueblo (PDP) y los libertarios de Ishin no Kai no habrían podido formar un gobierno.
Por ello, Ishiba consiguió mantenerse en la silla de primer ministro, aunque al frente de un gobierno en minoría.
La gran sorpresa de aquellas elecciones fue el resultado del PDP, que aumentó su representación en 17 escaños. Esto demostró que el electorado conservador no tiene intención de votar por los constitucionales demócratas, sino que más bien buscará una alternativa al PLD en el espacio del centroderecha y de la derecha.Resultados de las elecciones parlamentarias de 2024
Pero el golpe más duro fueron las acusaciones de corrupción contra Ishiba. El periódico Asahi Shimbun afirmó que, después de una cena, Ishiba entregó a cada uno de los 15 participantes un vale regalo de 100.000 yenes (unos 670 dólares), por un total de 1,5 millones de yenes, llamándolo un “souvenir” y un gesto de agradecimiento por su arduo trabajo. Según la legislación japonesa, tales obsequios pueden considerarse un soborno.
Ishiba había sido elegido con la esperanza de que este tipo de escándalos desaparecieran, ya que la corrupción se había convertido en un tema muy sensible para los votantes japoneses y fue precisamente lo que enterró el mandato de su predecesor. Como resultado, la popularidad de Ishiba fluctuaba en torno al 27% o incluso menos.
Con este bagaje, el gobierno PLD–Komeito llegó a las elecciones para la Cámara de Consejeros, la cámara alta del parlamento, en julio de este año.
La Cámara Alta se renueva solo por la mitad de sus escaños y no es tan influyente, aunque puede bloquear la aprobación de proyectos de ley. En esas elecciones se disputaban 74 escaños por distritos mayoritarios y 50 por listas de partido.
En dichos comicios, la coalición PLD–Komeito también perdió la mayoría, aunque obtuvo mejores resultados de lo esperado, y durante el recuento de votos incluso se pensó que podrían conservarla.
Los mayores “perdedores” fueron el PCDJ y los comunistas. El principal partido opositor, el Partido Constitucional Democrático, no logró obtener un número significativo de escaños e incluso fue superado por el partido Sanseitō en la votación proporcional.
Los grandes vencedores de las elecciones fueron el partido antimigrante Sanseitō y el centroderechista PDP (Partido Democrático para el Pueblo).Resultados de las elecciones a la Cámara de Consejeros de 2025
Entre las razones de este aumento se encuentran su exitosa lucha contra los altos precios del arroz, las negociaciones efectivas con Estados Unidos sobre aranceles, pero sobre todo el hecho de que los votantes consideran que actualmente no existe una alternativa a Ishiba.
Todos los partidos grandes de Japón mantienen una postura claramente pro-ucraniana, incluso los comunistas. La excepción son solo algunos partidos marginales, pero uno de ellos merece atención. Sanseitō presentó candidatos prorrusos en estas elecciones, y el líder del partido se destacó por comentarios controvertidos, sugiriendo que no solo Rusia es culpable de la guerra. Según Sohei Kamiya, “las fuerzas de Estados Unidos provocaron a los rusos”, aunque negó activamente que su partido fuera prorruso.
Sin embargo, es demasiado pronto para decir que Sanseitō podría convertirse en una alternativa a la PLD, ya que votar por este tipo de partidos se ve más como un castigo a la PLD por parte de los votantes, y es mucho más fácil conseguir escaños en la cámara alta que en la cámara baja. Por ejemplo, el partido semi-cómico contra NHK (la emisora nacional) logró un escaño en la Cámara de Consejeros, pero nunca pudo acceder a la Cámara de Representantes.
Probables sucesores del primer ministro Ishiba
Los compañeros de partido de Ishiba desean que deje su cargo, y ya hay dos candidatos probables para reemplazarlo: Sanae Takaichi y el ministro de Agricultura, Shinjiro Koizumi.
Sanae Takaichi es la favorita del ala conservadora del PLD, así como entre los votantes generales. El año pasado ya llegó a la ronda final de las elecciones para presidente del PLD, donde perdió ante Ishiba.
Takaichi ha estado en el parlamento desde 1993, con un paréntesis de dos años. Durante este tiempo, ocupó en dos ocasiones el cargo de ministra de Asuntos Internos y Comunicaciones en el gobierno de Abe y el de ministra de Seguridad Económica en el gobierno de Fumio Kishida. Antes de eso, ocupó varios cargos ministeriales menos influyentes en el primer gobierno de Abe, entre 2006 y 2007.
Dentro del partido, presidió el Comité de Coordinación Política, lo que le daba influencia en la formación de políticas del PLD. Takaichi se considera la continuadora de la visión del fallecido primer ministro Abe, quien la apoyó en las elecciones para presidente del PLD en 2021.
Sin embargo, la figura de Takaichi sigue siendo problemática para el socio de la coalición, Komeito. Además, el primer ministro Ishiba ha expresado de manera literal que hará todo lo posible para evitar que los sucesores de Abe lleguen a gobernar el país, por lo que no aceptará dimitir si existe la posibilidad de que ella gane.Sanae Takaichi
Koizumi hijo comenzó su carrera política como secretario de su padre en 2007, y en 2009 se convirtió en diputado de la Cámara de Representantes. En 2013 fue viceministro parlamentario del Gabinete y viceministro parlamentario de Reconstrucción. Entre 2019 y 2021 ocupó el cargo de ministro de Medio Ambiente en los gabinetes de Abe y Suga.
El año pasado, Koizumi ocupó el tercer lugar en las elecciones para líder del PLD. Ishiba lo designó jefe de la campaña electoral para la Cámara de Representantes y, tras la derrota, Koizumi dimitió. Sin embargo, este año fue nombrado inesperadamente ministro de Agricultura y, de manera sorprendente, ha logrado controlar el aumento de los precios del arroz, lo que ha elevado su popularidad personal.
El mayor obstáculo, según sus colegas, es su juventud y su negativa a consultar al partido sobre ciertos asuntos. Ante estas críticas, Koizumi respondió: “Si el partido consulta cada decisión que toma un ministro, ningún ministro podrá tomar decisiones audaces con sentido del momento adecuado”. Además, Koizumi es considerado demasiado liberal para el electorado conservador que el PLD quiere recuperar.Shinjiro Koizumi
Hacia qué lado se inclinará la balanza dependerá de la campaña electoral, que se desarrollará durante el próximo mes. Cada candidato buscará obtener el apoyo de los pesos pesados del partido. Para Koizumi será importante que su padre reconozca públicamente que el hijo está preparado para el cargo. Para Takaichi, será necesario formar una coalición más amplia, ya que en las últimas elecciones los ganadores fueron candidatos moderados.
Cooperación entre Ucrania y Japón
Desde el inicio de la invasión a gran escala, Japón se ha posicionado firmemente del lado de Ucrania y se ha convertido en uno de sus mayores donantes financieros. Debido a las particularidades de su legislación, que impide la exportación de armas, Japón se ha centrado en apoyar proyectos humanitarios y otorgar subvenciones al presupuesto de Ucrania.
En el último año del gobierno de Kishida, Tokio proporcionó a Ucrania ayuda financiera por un monto de 2,2 mil millones de dólares, y durante todo el mandato de su gabinete, la asistencia total alcanzó los 16 mil millones de euros.
El gobierno de Ishiba continuó la política de Kishida respecto a la ayuda a Ucrania. La primera visita internacional del recién nombrado ministro de Relaciones Exteriores japonés, Takeshi Iwaya, fue a Kyiv. En abril de este año, Japón acordó proporcionar a la inteligencia militar de Ucrania datos geoespaciales obtenidos mediante satélites, incluyendo imágenes de radar de satélites SAR. Esta fue la primera vez en la historia de Japón que se otorgó un permiso de este tipo.
Este verano, el gobierno japonés otorgó a Ucrania un préstamo de más de 3 mil millones de dólares, cuyo servicio y reembolso se realizará con los ingresos futuros provenientes de los activos rusos congelados. Además, Japón proporcionó a Ucrania equipo para la reconstrucción de la infraestructura ferroviaria.
Bajo ambos gobiernos, Japón ha demostrado ser un socio confiable para Ucrania. Asimismo, el primer ministro Ishiba expresó su interés en que Japón participe en la provisión de garantías de seguridad para Ucrania. Por el momento, no está claro qué compromisos específicos está dispuesto a asumir Tokio, aunque se puede suponer que podría tratarse de financiamiento directo a la industria de defensa ucraniana siguiendo un modelo similar al danés.
Por su parte, Ucrania también tiene áreas en las que puede colaborar eficazmente con Japón. Actualmente, Tokio está reforzando su potencial de defensa, lo que incluye el desarrollo de drones que Japón ofrece a otros países para crear una alternativa a los chinos. Kyiv puede aportar su experiencia y desarrollos para que Tokio pueda crear drones más eficientes que compitan con los chinos.
Además, Ucrania puede ofrecer sus propios recursos para la producción de semiconductores, un sector clave de la economía japonesa.
Finalmente, Ucrania debe trabajar en su legislación para atraer más inversionistas japoneses a su economía, lo que reforzará el interés de Japón en una Ucrania estable y libre.
Conclusiones
Japón es el mayor aliado de Ucrania en Asia, apoyando a Kyiv por razones ideológicas y pragmáticas. En el futuro cercano, no se espera que Tokio busque acercarse a Moscú, especialmente dado que Rusia no quiere resolver la cuestión de los Territorios del Norte, fortalece su alianza con China y Corea del Norte, y ha invadido el espacio aéreo japonés.
En el pasado, Japón mantenía una política cautelosa de relaciones con Rusia con la esperanza de lograr un acuerdo sobre la devolución de los Territorios del Norte y firmar un tratado de paz, que ha permanecido sin resolverse por más de 80 años. Sin embargo, la invasión rusa a Ucrania cambió esta estrategia, y ahora Tokio condena enérgicamente la invasión y no espera llegar a un acuerdo de paz. Incluso los intentos de acordar cuestiones prácticas, como la pesca y la reanudación de las visitas anuales de antiguos residentes japoneses a los Territorios del Norte, fracasaron debido a la negativa de Moscú a dialogar.
A pesar del cambio de primer ministro, no se espera que el sucesor de Ishiba modifique la política de Japón hacia Ucrania, ya que el apoyo a Ucrania cuenta con respaldo de la sociedad japonesa y cualquier cambio de política requeriría la aprobación de todo el gabinete, no solo del primer ministro.
Material analítico preparado por Ostap Denysenko, comentarista de política japonesa, especialmente para Resurgam.
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