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17 ago 2025|10 MIN.
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Reform UK. ¿Por qué este partido es tan popular y cuál es su postura hacia Ucrania?

Photo: AFP

Hasta hace poco, el Reino Unido era un ejemplo de un sistema político bipartidista estable, en el que dos partidos clave —el Conservador y el Laborista—, a través de la competencia, se equilibraban mutuamente y garantizaban la estabilidad del proceso político del país. Pero parece que este sistema, con alta probabilidad, puede fallar. Y la razón de ello es el rápido crecimiento de la popularidad del partido “Reform UK” liderado por Nigel Farage, que en mayo de 2025 obtuvo una importante victoria en las elecciones locales, superando en muchos lugares a los partidos tradicionales. Un hecho así puede conducir no solo a la aparición de una tercera fuerza partidaria influyente, sino también a la ruptura de todo el sistema bipartidista del Reino Unido.

Entonces, ¿cómo logró el partido «Reform UK» ganar este apoyo repentino, qué propone a sus votantes, si realmente, como partido populista de derechas, tiene vínculos con Rusia y cómo, en caso de llegar al poder, podría posicionarse respecto al apoyo a Ucrania?

Historia del partido y su ideología

Su vida política, el partido «Reform UK» la comenzó como el partido “Brexit”, fundado a finales de 2018. Su creación coincidió con un periodo de intensos debates sobre la pertenencia del Reino Unido a la UE y una decepción generalizada de la sociedad con la membresía de su país en la unión, en la que no veían muchos beneficios para el desarrollo y la relevancia geopolítica de su Estado.

El partido “Brexit” fue creado por la política nacionalista inglesa Catherine Ann Blaiklock, quien permaneció como líder del partido solo dos meses. Después de esto, el partido “Brexit” fue encabezado por el cofundador del partido Nigel Farage, conocido euroescéptico británico que anteriormente había tenido su propio partido también populista de derechas, el Partido por la Independencia del Reino Unido (United Kingdom Independence Party, UKIP) y desempeñó un papel importante en la campaña para el referéndum sobre la salida del Reino Unido de la UE en 2016.

Una característica especial del UKIP era que sus representantes abogaban precisamente por un “Brexit sin acuerdo” (o Brexit limpio). Esto significaba que la salida del Reino Unido de la UE sin ningún tipo de acuerdo conducía automáticamente a la terminación de todos los acuerdos previos entre la UE y el Reino Unido relacionados con el comercio, el movimiento de personas, servicios, etc. (es decir, eliminaba cualquier obligación del Reino Unido ante la UE).

Tras la salida del Reino Unido de la UE, que era el objetivo principal del partido Brexit, los miembros del partido decidieron ampliar su agenda política y sus exigencias hacia los oponentes, y realizaron un cambio de marca. Entre 2020 y 2021, el partido cambió su nombre a “Reform UK”, ampliando también su ideología con las siguientes demandas clave:

  • Combatir la inmigración ilegal en el país.

  • Reducir el gasto gubernamental, la burocracia y los impuestos.

  • Renovar por completo el sistema político en favor de la descentralización (bajo consignas de radical anti-establishment), con un sistema electoral proporcional y una constitución escrita.

  • Desregulación económica.

  • Fortalecimiento de la identidad nacional y la cohesión (manteniendo al mismo tiempo la protección de los derechos individuales de las personas).

  • Reducción de las regulaciones medioambientales, entre otras.

En 2021, Farage dejó el cargo de líder del partido, cediéndolo al empresario, miembro del Parlamento Europeo y amigo personal Richard Tice. Bajo su liderazgo, el partido amplió su presencia mediática y su atractivo, presentando candidatos no solo en Inglaterra, sino también en Escocia y Gales. Fue en este período cuando el partido “Reform UK” alcanzó un alto nivel de reconocimiento y presencia organizativa en muchas ciudades del país.

En 2024, en medio del descontento social con el Partido Conservador y la estancación política, Nigel Farage regresa al cargo de líder de Reform UK. Ese mismo año, durante las elecciones, su partido obtuvo cinco escaños en el Parlamento, lo que supuso un éxito decisivo para el partido y un desafío para todo el sistema político tradicional británico.

Aunque en esas elecciones ganó el tradicional Partido Laborista, encabezado por Keir Starmer, las últimas encuestas muestran una rápida caída en los índices de aprobación de este partido, lo que da más popularidad a Reform UK y al propio Farage. Si esto supone una amenaza o no, lo analizaremos más adelante. Por ahora, lo importante para nosotros es examinar qué provocó este rápido ascenso de este partido populista y si tiene vínculos con intereses políticos rusos, lo que también podría haber influido en este proceso.

Influencia de los movimientos sociopolíticos en la popularidad del partido

El éxito del partido podría vincularse a los habituales procesos electorales, cuando un partido viejo cansa cada vez más y decepciona al electorado, lo que provoca que este quiera votar por partidos más nuevos. Sin embargo, las razones de este giro de la sociedad británica son mucho más profundas que la simple novedad del partido Reform UK en comparación con los viejos partidos conservador y laborista.

Veamos los resultados de una encuesta del centro de investigación YouGov, publicada el 24 de junio de 2025. Según esta (a la pregunta a los encuestados de a qué partido votarían si las elecciones fueran ahora mismo), el partido Reform UK goza de mayor popularidad entre los hombres (31%), entre personas de mediana y avanzada edad (40-49 años – 26 %; 60-69 años – 37 %), entre personas con menor nivel educativo (43 %), entre representantes de un estatus social y económico más bajo (C2DE – 35 %) o con un salario inferior a 20.000 libras esterlinas (32 %), y entre personas que prestan poca atención a la vida política del país (34 %).

De todo esto obtenemos un «retrato del votante de Reform UK»: una persona de edad madura o avanzada, con una situación económica baja, sin estudios superiores y con bajo nivel de atención a los procesos políticos internos del país. Este resultado ya de por sí dice mucho sobre las preferencias políticas de estos británicos, pero para una conclusión definitiva debemos acudir a otra encuesta de YouGov, cuyos resultados fueron publicados el 28 de enero de 2025, cuando ya se observaban altos índices de apoyo al partido Reform UK.

A la pregunta «¿quién considera la posibilidad de votar por Reform UK?», el 24 % de los británicos respondió afirmativamente. La mayoría de estas personas son conservadores (33 %). Un dato interesante es que, durante mucho tiempo, el electorado principal de los conservadores estuvo formado por personas de mediana o avanzada edad, con una actitud patriótica, un perfil que también es común entre los votantes de Reform UK.

A la pregunta a este grupo de personas sobre qué es lo que más les atrae del partido Reform UK, las respuestas más frecuentes fueron: su marcada diferencia con los partidos Conservador y Laborista (19 %), su política respecto a los migrantes (18 %), su enfoque particular hacia la política (11 %), así como sus valores políticos, su honestidad y apertura, y su deseo de defender los intereses del Reino Unido en el mundo. Un dato llamativo es que, entre los resultados, la figura de Nigel Farage y su liderazgo no resultaron una razón popular de apoyo al partido (solo el 4 %), lo que puede indicar que la popularidad entre el electorado reformista no se basa tanto en el líder del partido, sino en sus valores, su programa y los enfoques que propone.

Así pues, la ventaja de Reform UK sobre los partidos británicos tradicionales es consecuencia de profundos cambios políticos, sociales y económicos en Europa, que vinieron acompañados de una paradigma político liberal-progresista adoptado por muchos políticos. Este se caracterizaba por el multiculturalismo (lo que implicaba la aceptación masiva de migrantes de países del llamado «tercer mundo»), la discriminación positiva con diversas cuotas de género, sexo y etnia, y la llamada «agenda verde», que en última instancia condujo a grandes restricciones medioambientales para la producción industrial.

Debido a la estancación económica y a la tensión social, el Partido Conservador y el Partido Laborista se volvieron poco atractivos. Esto fue especialmente cierto para el electorado tradicional del Partido Conservador, que quedó muy decepcionado con las acciones del partido entre 2010 y 2024 (cuando los conservadores estuvieron en el poder). Una parte importante de los votantes conservadores (sobre todo los de mayor edad y con perfil patriótico) pasó a apoyar al partido populista de derechas y anti-establishment Reform UK, que desafió al envejecido e inestable paradigma político liberal-progresista.

Vínculos con Rusia

Al hablar de las razones del crecimiento de la popularidad de los partidos de extrema derecha en Europa, no podemos omitir el tema de sus vínculos con personas y fuentes de ingresos rusas. Lo mismo se aplica al partido británico Reform UK, respecto al cual, aunque no se ha demostrado una colaboración directa de su líder, Nigel Farage, ni de otros miembros importantes con Rusia, sí existen numerosos indicios de conexiones de sus donantes (ya sea en forma de empresas o de donantes individuales) con el país agresor.

Según fuentes del diario The New York Times, uno de los grandes donantes de Reform UK acusado de tener vínculos con Rusia es la empresa aeroespacial HR Smith Group. Según documentos, esta compañía (concretamente su filial Techtest) vendió en 2023-2024 transmisores, equipos de cabina de pilotos, antenas y otras tecnologías sensibles por un valor de casi 2 millones de dólares estadounidenses a la empresa estatal india Hindustan Aeronautics, que es el mayor socio comercial de la agencia rusa de exportación de armas “Rosoboronexport”. Hindustan Aeronautics figura en registros públicos como proveedora de armas para el ejército ruso, aunque no está bajo sanciones. Por su parte, HR Smith declaró que sus ventas eran legales y que el equipo estaba destinado a la red india de búsqueda y rescate, mientras que Hindustan Aeronautics negó cualquier acusación de suministrar piezas a Rusia.

Otros ejemplos de vínculos de donantes de Reform UK con Rusia incluyen a personas físicas que, como millonarios o incluso multimillonarios, poseen activos en Rusia o han estado involucrados en esquemas offshore rusos o en relaciones personales con oligarcas rusos. Entre ellos se mencionan:

  • David Lilley, inversor que hasta 2022 poseía miles de hectáreas de tierras agrícolas en el Krai de Stávropol, Rusia.

  • Chris Harborne (también conocido como Chakrit Sakunkrit), que figuraba en los Papeles de Panamá como vinculado a esquemas offshore y a oligarcas rusos, y que ayudó al operador de criptomonedas Tether a eludir las restricciones bancarias impuestas por EE. UU. (Tether, a su vez, fue criticada por presuntos vínculos con el blanqueo de capitales, incluidos fondos procedentes de Rusia).

  • Personas menos evidentes pero también relevantes, como Jeremy Hosking, gran donante de Reform UK, que además de este partido financió a la formación ultraderechista Leave.EU, sometida a investigaciones por posibles vínculos con la empresa privada de comunicación estratégica Cambridge Analytica, la cual también fue acusada de tener relaciones con la Federación Rusa.

De todo esto queda muy claro no solo que estos hechos encajan perfectamente con las declaraciones prorrusas que han salido de la boca de Nigel Farage, y con el hecho de que él haya visitado en varias ocasiones los medios de comunicación de Russia Today, que difunden propaganda rusa y desacreditan a Ucrania en el extranjero. También queda claro a quién beneficia realmente el crecimiento de la popularidad de estos partidos populistas de derechas en Europa.

Esto beneficia, en primer lugar, a Rusia, que a través de la financiación y la compra de influencia sobre estos partidos intenta debilitar las instituciones internas de los países europeos, romper los sistemas políticos tradicionales y sembrar el caos, la inestabilidad y la tensión en sus sociedades, con el fin de socavar el apoyo a Ucrania en la guerra. Y este objetivo coincide en gran medida con la retórica anti-establishment de Reform UK, que abiertamente desea cambiar el estable sistema bipartidista por otro más favorable a sus intereses.

Actitud hacia Ucrania

Es evidente que, junto a las declaraciones prorrusas de Nigel Farage, también se escucharon afirmaciones muy escépticas respecto a Ucrania, que se referían principalmente a su negativa a proporcionar misiles de largo alcance, a los intentos de forzar a Ucrania a entablar un diálogo con la Federación Rusa, y a opiniones según las cuales Occidente habría provocado a Rusia para que invadiera Ucrania.

Sin embargo, su posición y sus puntos de vista sobre Ucrania han cambiado notablemente, lo que merece un análisis más detallado. Esto se refiere a una declaración de Farage realizada el 13 de febrero de 2025, en la que hablaba de la necesidad de la adhesión de Ucrania a la OTAN y de una cooperación a largo plazo entre ambas partes. Posteriormente, el 20 de febrero, también hizo una nueva declaración en la que subrayó que Zelenski no es un dictador y que las declaraciones de Trump «deben tomarse en serio».

Las razones por las cuales Farage, en este caso, tomó partido por Ucrania pueden ser complejas, y para comprenderlas es necesario observar qué precedió a estas declaraciones.

Además de los posibles vínculos con Rusia, Reform UK mantiene estrechos lazos con la facción trumpista del Partido Republicano, y Farage simpatiza personalmente con Trump como socio ideológico y de valores.

Sin embargo, la principal razón por la que la posición de Farage se separó de la de los republicanos trumpistas probablemente sea la intervención de Elon Musk en los asuntos internos del Reino Unido. El 6 de enero de 2025, Musk publicó en la red social X un llamado al líder de Reform UK para que dejara su puesto y fuera reemplazado por “una persona más necesaria”. Esto probablemente se debió a un conflicto entre Musk y Farage sobre el activista ultraderechista encarcelado Tommy Robinson, donde Musk apoyó su liberación y Farage se distanció debido a su radicalismo.

Este acto pudo ser un “desencadenante” que llevó a Farage a adelantarse y, desde un punto de vista pragmático y cínico, ponerse del lado de Ucrania e incluso apoyar su ingreso a la OTAN, enviando un mensaje a la administración de Trump sobre la “necesidad de que el presidente controle a los ultraderechistas republicanos/MAGA para que no interfieran en los procesos políticos internos”.

Es decir, el apoyo a Ucrania en este caso fue un intento puramente pragmático de mantener su estatus frente a los sectores demasiado radicales de la derecha y la intervención indebida de sus socios clave, los trumpistas.

Otros factores menores pudieron incluir la declaración del Secretario de Defensa de EE. UU., Pete Hegseth, quien indicó que su país ya no daría prioridad a la seguridad europea y ucraniana, algo que Farage pudo interpretar como una acción inapropiada de sus socios.

También fueron relevantes los procesos electorales en el Reino Unido y el apoyo unánime de los partidos tradicionales a Ucrania, junto con la condena de las acciones del presidente Trump. La renuencia a estar aislado y, posteriormente, a ser acusado de simpatizar con Rusia, mientras que la mayoría de políticos y población apoyan la ayuda a Ucrania, pudo influir en el cambio de posición de Farage, que probablemente buscaría usar esto para atraer electores de conservadores y laboristas a su lado en las próximas elecciones.

Conclusiones

Casi cualquier partido de derecha populista en Europa es escéptico o incluso hostil hacia Ucrania (debido a sus convicciones ideológicas y sus vínculos con Rusia). En caso de que los populistas de derecha llegaran al poder, las relaciones entre Ucrania y estos países europeos se verían muy complicadas, lo que representaría una amenaza para la seguridad ucraniana.

Lo mismo se puede decir de Reform UK, liderado por Nigel Farage, que ya goza de mayor popularidad que el Partido Laborista gobernante, encabezado por Keir Starmer, por lo que la llegada de los reformistas al poder podría ser solo cuestión de tiempo.

Sin embargo, Reform UK tiene una característica que la distingue de partidos como la “Alternativa para Alemania” o el “Reagrupamiento Nacional” francés: su dependencia de la coyuntura política, lo que favorece a Ucrania. Los conservadores y laboristas aún mantienen una enorme influencia sobre la actitud positiva del Reino Unido como Estado hacia Ucrania.

En caso de victoria de los reformistas, según todos los pronósticos posibles, la composición del Parlamento no cambiaría radicalmente a un “Parlamento unipartidista liderado por Reform UK”, y las posiciones de conservadores y laboristas se mantendrían. Estas condiciones políticas impiden que Nigel Farage destruya toda la tradición del sistema político y establezca sus normas tan rápida y radicalmente como prometió en sus campañas electorales.

Por lo tanto, si Farage es realmente un abierto simpatizante de Rusia, no podrá manifestarlo de forma abierta debido a la competencia electoral, las condiciones políticas y la opinión pública del país (que es mayormente pro-ucraniana), y, como consecuencia, no podrá cambiar radicalmente el rumbo del desarrollo del Estado.

Por lo tanto, en caso de que Reform UK llegue al poder tras las próximas elecciones, las relaciones entre el Reino Unido y Ucrania podrían deteriorarse y volverse más frías. Sin embargo, debido a la presión interna y, por supuesto, a la presión externa ejercida por Ucrania misma y por los países pro-ucranianos, las relaciones no se volverán críticas ni abiertamente hostiles, y a los reformistas les tocará, junto con la UE, continuar con el apoyo militar a Ucrania e implementar sanciones contra Rusia.


Artículo analítico preparado por Matviy Sukhachov, comentarista de la política británica, especialmente para Resurgam.

El autor del artículo:
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