ResurgamINTERNACIONAL
INFORMACIÓN Y ANÁLISIS
COMUNIDAD
Buscar
Menu
ApoyarApoyar
30 dic 2025 | 9 MIN.
Compartir:FacebookXingTelegram

Resultados de la visita de Lukashenko a Argelia: reconfiguración geopolítica de Bielorrusia y expansión estratégica de su presencia en África

30 dic 2025 | 9 MIN.
alt

Alyona Chudnovets, pasante del centro analítico Resurgam

El 1 de diciembre de 2025 en Argel se celebró un foro empresarial bilateral, tras el cual se firmaron 7 documentos comerciales. Como continuación, del 2 al 3 de diciembre el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, realizó a este país su primera visita de Estado, manteniendo reuniones separadas con el Presidente del Consejo de la Nación, el Presidente de la Asamblea Nacional, el Primer Ministro y el Presidente de Argelia.

Tras la última reunión se anunció la firma de un paquete de documentos que incluía: una hoja de ruta para la cooperación comercial, económica y científico-técnica para 2026-2027, un acuerdo en el ámbito de la cooperación técnico-militar, así como una serie de memorandos sobre cooperación científica, académica e industrial, prioridades conjuntas en materia de seguridad alimentaria, desarrollo de zonas rurales y realización de una estandarización y acreditación mutuas.

La campaña argelina confirma la integración sistemática del rumbo de Bielorrusia en la estrategia de política exterior de la Federación Rusa. Hasta 2020, Bielorrusia llevaba a cabo una política de equilibrio exterior, reforzando sus vínculos con China, los países del Sudeste Asiático y América Latina. La represión de las protestas y la posterior complicidad en la guerra desatada por Rusia contra Ucrania provocaron el aislamiento sancionador de Bielorrusia. En condiciones de prolongada estagnación económica y presión de la deuda, el apoyo al sistema ruso de contactos políticos y económicos en el Sur Global resultó no tener alternativa. Desde 2022 Minsk realizaba intentos fragmentarios de intensificar las relaciones bilaterales, copiando y reforzando el correspondiente rumbo de la Federación Rusa. En noviembre-diciembre de 2025, el viaje al extranjero de Lukashenko unió por primera vez los esfuerzos previamente dispersos en una nueva doctrina geopolítica.

El marco conceptual del viaje lo definió la primera visita realizada en su transcurso a la República Kirguisa, donde los días 26-27 de noviembre, en la cumbre de la OTSC, la Federación Rusa asumió la presidencia de la organización, y Vladímir Putin anunció las prioridades del nuevo ciclo político: “…pasan a primer plano las tareas de promover los intereses e iniciativas de los países miembros de la OTSC en la escena mundial”. En estos marcos, las acciones de Minsk demuestran la cristalización de un enfoque único de Bielorrusia hacia el Sur Global: en 2024 el comercio del país con Myanmar creció 1,9 veces, con Omán — 2,2 veces, y con Argelia — 15 veces en comparación con 2023. Además, las visitas a los tres países fueron acompañadas por un paquete de medidas tipológicamente idéntico: un foro empresarial, la aprobación de una hoja de ruta y la firma de acuerdos en sectores análogos, lo que indica la creación de una práctica unificada.

La consolidación de Bielorrusia en Argelia demuestra la formación de un nudo estratégico que garantiza el refuerzo de su posicionamiento en África en el marco de unos esfuerzos rusos más amplios en la región. Durante su visita a Argelia, el presidente bielorruso definió directamente la región africana como el espacio prioritario de la nueva actividad de política exterior del país, declarando: “África para nosotros hoy es como China hace 30 años”. Argelia, como el país más grande del continente y sus “puertas del norte”, tiene frontera terrestre con 6 Estados y una extensa línea costera en el Mediterráneo, que cubre una ruta logística crítica entre Europa, África y Oriente Medio.

La campaña argelina de diciembre se convirtió en el primer avance real tras años de intentos fallidos de activar las relaciones bilaterales. Es indicativo en este contexto que la comisión comercial conjunta, creada en 2018, celebró su primera reunión únicamente en 2025. El éxito fue asegurado por la protección rusa. Argelia es el segundo socio comercial de la Federación Rusa en África; el 73% de su armamento en 2018–2022 procedía de Rusia. El país también recibió un apoyo sin precedentes en la cuestión del suministro de gas argelino a Europa. No obstante, es lógico suponer que este tipo de concesiones de Moscú tuvieron lugar exclusivamente debido a la percepción de Argelia como una “opción controlada”.

La dependencia, que se intensifica mediante una cooperación de múltiples niveles con Bielorrusia, determina la actividad de política exterior de Argelia e influye de manera destructiva en el posicionamiento internacional de Ucrania. A pesar de la política declarada de “no alineación”, Argelia ya ha dado pasos demostrativos en apoyo de la Federación Rusa, entre ellos el anuncio de los ejercicios conjuntos “Escudo del Desierto” en abril de 2022 y la visita del presidente Abdelmadjid Tebboune a Rusia. Además, los cuatro países visitados por A. Lukashenko se abstuvieron de votar la última resolución de Ucrania en la ONU del 3 de diciembre de 2025 “Sobre el retorno de los niños ucranianos”.

Cabe tener en cuenta que África sigue siendo el mayor bloque regional en la ONU (54 países) y se caracteriza por un alto grado de coordinación de actividades en las organizaciones internacionales. En consecuencia, la consolidación de Argelia como un bastión fiable para la expansión de la influencia de los países agresores sobre otros Estados africanos, que constituye el objetivo clave de Bielorrusia en el marco de esta cooperación, crea un peligro para la capacidad de Ucrania de promover sus intereses en la escena internacional.

La “ventana” en el posicionamiento geopolítico de Argelia fue utilizada por A. Lukashenko para impulsar el proyecto bielorruso-argelino-omaní, que crea bloques de asociación estrechamente interconectados y dependientes de Bielorrusia y la Federación Rusa. A lo largo de 2025 se registra una escalada del conflicto en el Sáhara Occidental, en el que del lado de Marruecos se sitúan varios países de Europa, Oriente Medio (prioritariamente los EAU) y África austral. En esta situación, A. Lukashenko visita el museo de los mártires “El-Moudjahid”, un monumento al colonialismo francés en el país. Al respecto, el ministro de Asuntos Exteriores de Bielorrusia, M. Ryzhenkov, afirma: “…la cuestión de la responsabilidad de los países europeos por el colonialismo y el genocidio es también una de las partes vinculantes de nuestra política común”. En consecuencia, el rumbo formulado por la Federación Rusa hacia un “orden mundial multipolar justo” se convirtió en el hilo conductor de la presencia bielorrusa en Argelia.

Además, Bielorrusia intenta aprovechar la posibilidad de una reorientación geopolítica para crear un proyecto conjunto entre Bielorrusia, Argelia y Omán para la producción de complejos fertilizantes NPK. A. Lukashenko hace hincapié en el especial interés de Argelia por esta propuesta, que muy probablemente está relacionada con el deseo de desafiar a la OCP Group marroquí, que controla el 70% de las reservas mundiales de fosfatos, principalmente del Sáhara Occidental. La región africana posee el 60% de todas las tierras cultivables del mundo, que tienen una necesidad crítica de fertilizantes, por lo que Bielorrusia está intensificando sus esfuerzos en este mercado. Sin embargo, la situación económica del país no permite invertir en proyectos a largo plazo y de alto riesgo, por lo que se perfila como real la probabilidad de atraer activos personales de A. Lukashenko o la cofinanciación por parte de la Federación Rusa.

Es importante señalar que, en el marco de la estrategia de equilibrio de política exterior, Bielorrusia ya había mantenido estrechas relaciones con el líder petrolero latinoamericano, Venezuela, durante la presidencia de Hugo Chávez, contando con el país como una alternativa en el apogeo de las “guerras del petróleo” con la Federación Rusa. La lealtad personal del régimen hacia A. Lukashenko generaba beneficios para Bielorrusia, mientras que Venezuela recibía maquinaria agrícola. Como consecuencia, el cambio de régimen anuló todo el comercio y dejó una deuda bielorrusa de 1,5 mil millones de dólares. También es significativo que, entonces, la clave de la “derrota” bielorrusa en Venezuela desempeñó la Federación Rusa, que ahora proporciona su protectorado político.

Así, se observa la formación de un bloque estable entre Omán, Argelia y Bielorrusia, que involucra los intereses económicos y geopolíticos de las partes, y es coordinado por Bielorrusia de acuerdo con la estrategia de política exterior de la Federación Rusa. Esto refuerza las posibilidades de Moscú de formar un entorno internacional favorable para la continuación de la guerra.

La cooperación agrícola se convirtió en el principal objeto de colaboración entre Argelia y Bielorrusia, lo que socava el avance ucraniano en el Sur Global. La gran mayoría de los acuerdos firmados tras la visita a Argelia se referían al ámbito de la agricultura. Argelia es completamente autónoma en la cobertura de sus necesidades internas, pero se enfrenta a una escasez de grano, que actualmente es cubierta en su totalidad por la Federación Rusa. En este ámbito se concentran los principales esfuerzos de Ucrania para avanzar en el Sur Global, lo que confirma la iniciativa presidencial “Grain from Ukraine”, en el marco de la cual se suministraron cerca de 66 millones de toneladas de alimentos a 18 países del mundo. La tendencia actual es la reorientación africana desde el simple consumo de grano hacia la creación de un ciclo completo de producción en su propio territorio. En respuesta a ello, Ucrania en 2025 reconceptualiza el foro alimentario en “Food from Ukraine”, y esta transformación es comentada por Y. Svyrydenko así: “Ahora ya no solo exportamos grano. Estamos preparados… para compartir tecnologías agrícolas, enfoques de riego y de procesamiento”. El foro también estuvo acompañado de la exposición de maquinaria agrícola ucraniana AGROEXPO.

Precisamente en esta dimensión, el avance bielorruso en Argelia supone un desafío para Ucrania: la apertura de producciones en el territorio de los países africanos es económicamente irrelevante, pero es una práctica de Bielorrusia. Desde 2022, los programas bielorrusos de modernización de la agricultura se implementaron en Zimbabue, Guinea Ecuatorial y Kenia. Dado que el propio primer ministro de Argelia aceptó el papel de “plataforma” para el avance bielorruso en África, se puede afirmar que el país realiza una actualización que amplía la dependencia de las tecnologías bielorrusas y, al mismo tiempo, socava los esfuerzos ucranianos en la Región.

La declarada ausencia de temas prohibidos en la cooperación con Argelia conforma un factor de lealtad personal de los regímenes no democráticos hacia Bielorrusia. La disposición de Bielorrusia a ayudar en cualquier cuestión resulta de especial interés para los regímenes autoritarios y de transición, lo que genera un alto grado de su dependencia. Así, A. Lukashenko aseguró la legitimación internacional de la junta militar en Myanmar en vísperas de las elecciones, en el contexto de la guerra civil en curso que se ha cobrado la vida de más de 75.000 personas. Al mismo tiempo, la aspiración a firmar acuerdos en todos los ámbitos posibles se apoya en la necesidad de aumentar la presencia económica. El declarado aumento del comercio entre Bielorrusia y Argelia hasta 500 millones de dólares en una perspectiva de 2 años (el indicador para 2024 es de 49,13 millones) determina la intención de ampliar la cooperación sin restricciones selectivas.

Conclusión y perspectivas

En las condiciones de la presión de las sanciones, Bielorrusia realizó un trabajo profundo para formar su propio posicionamiento internacional, cuyo principal indicador fue el éxito de la campaña argelina. Su objetivo principal es abrir mercados africanos más amplios para los productos y servicios bielorrusos, en el marco de lo cual tanto la disposición a proporcionar cualquier tecnología agrícola como la iniciativa trilateral de fertilizantes crean una base para una rápida expansión de la influencia en la Región. Al mismo tiempo, la dependencia del protectorado político y económico de la Federación Rusa sigue limitando significativamente la autonomía de las decisiones de política exterior del régimen de A. Lukashenko.

La dinámica alcanzada y la esperada consolidación de esfuerzos dentro de la OTSC bajo la presidencia de la Federación Rusa indican que en 2026 cabe esperar una nueva etapa cualitativa en la lucha por el Sur Global. A través de Bielorrusia, la Federación Rusa prueba una doctrina según la cual los Estados leales no solo se benefician de las ventajas recibidas, sino que también evitan las consecuencias en la arena internacional, lo cual es resultado del establecimiento del “justo orden mundial multipolar” de la Federación Rusa. Así, las acciones de Bielorrusia están plenamente integradas en la doctrina geopolítica rusa más amplia y, de forma coordinada, influyen de manera destructiva en el posicionamiento internacional de Ucrania y, en consecuencia, en su capacidad para librar la guerra.

alt

Alyona Chudnovets, pasante del centro analítico Resurgam

Compartir:FacebookXingTelegram

Puede que te interese

Did you like this article? Support the work of the Resurgam community
Our movement is a global volunteer community of people from many countries who are united by a common goal: to provide high-quality analytical content while adhering to the principles of fact-checking, openness, and freedom of thought. We do not have a single source of funding, so no one can tell us what to talk about or how to work. We are not perfect and may make mistakes, but those mistakes will always be sincere. Your financial support helps us spread our values — openness, critical thinking, and honest analysis. Thank you for contributing to our independence and development. It is thanks to you that we are growing!
Subscribe to our newsletter to receive regular high-quality analytics